martes, 11 de octubre de 2011

Si desearamos en algún momento “comezar de nuevo” ¿Cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. 
¿Realmente vale la pena?

No hay comentarios:

Publicar un comentario