Si desearamos
en algún momento “comezar de nuevo” ¿Cuántas
cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente
en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la
sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y
la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
¿Realmente vale la pena?
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