lunes, 20 de agosto de 2012

Todos pensamos que vamos a estar bien, y nos sentimos un poco engañados cuando no damos con nuestras esperanzas. Pero a veces nuestras esperanzas nos subestiman. A veces lo esperado se queda en nada en comparación con lo inesperado. Tienes que preguntarte porque nos aferramos a nuestras esperanzas... porque lo esperado es lo que nos mantiene firmes, derechos e inmóviles. Lo esperado solamente es el comienzo. Lo inesperado... es lo que cambia nuestras vidas.

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