sábado, 25 de febrero de 2012

Por esos momentos en los que se te hace un nudo en la garganta, pero haces lo posible por no llorar, intentas con todas tus fuerzas retener las lagrimas y tragártelo. Pero siempre acabas explotando, porque no puedes más y estás harta de todo. Y lo único que quieres hacer es tirarte en la cama, encender la música, y llorar.. llorar hasta que se te agoten las lágrimas. Empiezas llorando por algún motivo, quizás sin la más mínima importancia, pero va pasando el rato y de repente encuentras 100 razones por las que llorar, todo los ves negativo, como si todo fueran problemas. Y acabas llorando por todo lo que está mal. Y llega un momento en que sientes que es como si ya no te quedaran lágrimas, y te dices a ti misma que tienes que ser fuerte, que todo irá bien. Intentas convencerte de que no todo va mal, y poco a poco, vas buscando en lado positivo.. hasta que te quedas dormida. Y por la mañana te despiertas, y es como si todas las penas hubieran desaparecido, como si se las hubiera tragado la almohada. Y lo ves todo más claro. Entonces, te levantas de la cama con más fuerza que nunca, preparada para afrontar todo lo que se interponga en tu camino.


No hay comentarios:

Publicar un comentario